Como bien se ha mencionado, esta es una Semana Santa muy especial, dadas las circunstancias del aislamiento social, lo cual nos hace que lo pasemos en casa y no asistamos a las Iglesias como solíamos hacerlo siempre en estos días pero lo que no debe cambiar es el espíritu de la misma: considerando la reflexión, oración y fraternidad. Que Dios Nuestro Padre, nos fortalezca en la fe y sigamos a Jesús en su sacrificio Redentor y llegar esperanzados a la Pascua prometida y realizada por Jesús, Nuestro Salvador.